Micología La primavera, una segunda oportunidad para los aficionados a las setas tras un invierno seco

2022-09-17 13:49:14 By : Mr. Bryce Chan

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El retraso en las precipitaciones da lugar a una campaña primaveral prolífica en la que también emergen hongos de otoño

La Asociación Micológica Mairei apura la temporada que compagina con varios estudios para la UCA

Miembros de la Asociación Micológica del Estrecho Mairei, en una jornada de recolección.

A. Rodríguez 24 Abril, 2022 - 03:00h

Cara y cruz en un mismo año para los amantes de las setas del Campo de Gibraltar. Los aficionados a la micología apuran los días que restan de abril antes de que el aumento de las temperaturas fuerce el final de una temporada de setas de primavera que califican como relativamente buena, en contraposición con el seco y pobre invierno.

Las lluvias de finales de marzo y primeros de abril, además de elevar el nivel de los pantanos de la comarca, han contribuido a una prolífica temporada micológica de primavera que, en el caso de los montes y parajes de la zona, se vinculan a una veintena de especies comestibles como las chantarelas, trompetas negras o lenguas de vaca e incluso algunas morchelas o colmenillas. 

"Nuestra zona es una de las más ricas de España en cuanto a variedad. Tenemos catalogadas más de 900 especies distintas en la comarca. Y parte del turismo y la gastronomía de la comarca se basa en esta riqueza", explica Juan Antonio Valle, de la Asociación Micológica del Estrecho Mairei. Valle, aficionado a las setas y ex docente, suele salir dos veces en semana al monte no solo en busca de setas para uso culinario; también para la investigación y catalogación de variedades.  

Mairei celebra cada noviembre unas jornadas de divulgación micológica en Los Barrios (herederas de las organizadas en Jimena por el extinguido colectivo micológico Chantarela) y colabora con la Universidad de Cádiz en varios estudios cientificos sobre este reino. Igualmente, los socios de Mairei imparten clases de iniciación a la micología en el Aula de Mayores de Algeciras para sustentar el creciente interés en la zona. 

Lengua de vaca. / Manuel Andrades

Además de las setas de primavera antes citadas, en las últimas semanas han emergido también variedades típicas del otoño como níscalos vinosos (Lactarius vinosus), boletos (boletus aereus), macrolepiotas, coprinos y amanitas rubescens.

No obstante, junto a algunas de estas exquisiteces también conviven setas tóxicas. "Dentro de las amanitas, por ejemplo, tenemos las mejores y las peores. Las caesareas, que son un manjar, y las azaloides, que pueden matarte", compara Valle. Por tanto, la prudencia siempre debe mandar en la recolección incluso para las manos más expertas y, en caso de duda, dejar el hongo en el monte.  

"Hacemos un seguimiento de todo lo que ocurre en el monte en cuanto a las setas. Todos los ejemplares que cogemos en el campo se catalogan también con la localización y momento de la recolección", detalla el representante de Mairei. 

Macrolepiota procera. / Juan Antonio Valle

Gracias a ello, los micólogos han constatado que el cambio de ciclo de lluvias, en los últimos años, desplazado el grueso de las precipitaciones típicas del invierno hacia la primavera, se ha trasladado también a la salida de los hongos. "En nuestra zona sucede algo distinto al resto de España. Puede deberse al cambio de ciclo de las lluvias. Las setas no entienden de calendarios ni meses, entienden de las condiciones de agua y lluvia. Y salen cuando la combinación exacta entre ambas se da. Ni mucha lluvia, que también evita el crecimiento, ni mucha temperatura", explica Valle. 

Esta sería la razón del "segundo otoño" que se refleja estas semanas en los montes, dado que las temperaturas (salvo días puntuales) no han llegado a alcanzar cotas netamente primaverales. 

Boletus aereus. / Juan Antonio Valle

Los integrantes de Mairei, siempre con permisos del parque natural de Los Alcornocales, recorren parajes como Murta, Las Corzas, Valdeinfierno, Zanona, Las Majadillas o el Pinar del Rey. Igualmente han recorrido el norte de África y parajes de Málaga en su labor de estudio y divulgación. 

"Ha sido una temporada rara. Desde hace varios años, las temporadas de setas en la zona del Campo de Gibraltar y cercanas no están siendo del todo buenas. Este año, por ejemplo, durante el invierno apenas ha habido chantarelas en el mercado. Y tras las lluvias de febrero y marzo comenzaron a salir. Por la falta de lluvias del invierno, estaban latentes bajo la hojarasca. Apenas había botones, sino setas encogidas bajo la hojarasca y que han emergido con las últimas lluvias", ratifica Antonio Ocaña, mayorista comercial de setas.

Ocaña es el propietario de Demonte, una empresa radicada en Castellar con más de 20 años de trayectoria y que se nutre de las recolecciones de los montes del entorno y de otros puntos del país, como Galicia. Ocaña hizo de su afición a la micología su medio de vida al emprender este negocio. "En realidad, no ha llovido casi nada en toda España y eso se ha notado. Ha sido comecialmente un mal año en el que muchos restaurantes han prescindido de tener setas en la carta", detalla el empresario ante la irregularidad del suministro. 

Algo que no solo se refleja en la hostelería. En los mercados, como el Ingeniero Torroja de Algeciras, lo más común en la campaña ha sido ver setas de cultivo pero apenas silvestres. 

Setas silvestres a la venta en el Mercado Ingeniero Torroja de Algeciras. / Jorge del Águila

Pero la naturaleza siempre depara alguna sorpresa. Tras una catástrofe como el pavoroso incendio de Sierra Bermeja del pasado verano, el monte en los parajes de la vecina provincia de Málaga ha comenzado ya a regenerarse. Y lo ha hecho con una especie poco común en nuestra zona: las colmenillas.

"No había pasado nunca. Hemos observado la aparición de colmenillas a primeros de este mes de abril que no son setas propias de esta zona pero que sí suelen darse en primavera y en lugares que han sufrido un incendio forestal", apunta Ocaña. Toda una revelación porque, apostilla el empresario chisparrero, es tras la trufa el producto silvestre más cotizado, a razón de 50 a 70 euros por kilo en fresco y a unos 400 euros por kilo de setas deshidratadas.

"Ha sido toda una sorpresa que hayan salido colmenillas. Varios recolectores nos han traído de Sierra Bermeja en cantidades bastante buenas, del orden de 15 kilos por día", destaca el empresario de Demonte. 

Colmenillas de Sierra Bermeja en el almacén de Demonte, en Castellar.

Las colmenillas, sin embargo, no suele ser muy consumida en la zona sur de España. Sí es muy apreciada en Cataluña, a donde han ido a parar la mayoría de las cajas despachadas por esta empresa. "No hay costumbre porque a muchos cocineros les echa para atrás el hecho de que en crudo son tóxicas. Hay que cocinarlas y con eso queda neutralizado sin mayor problema. Hay que saber tratarlas", destaca Ocaña. 

Mientras Ocaña sigue despachando cajas desde su cámara frigorífica, la Asociación Micológica del Estrecho Mairei prepara su fin de temporada con una convivencia en el Pinar del Rey de San Roque, prevista para el próximo sábado 30 de abril. Pronto apretará el calor y las hijas de la lluvia entrarán en su particular temporada baja. Los micólogos esperan que el próximo otoño sea un poco más benévolo con su afición. 

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