Escrito y verificado por el nutricionista Saúl Sánchez Arias.

Los hongos cremini son una versión un poco más madura del champiñón común con un tono más marrón. Sin embargo, suponen una especie distinta. Cuando termina el proceso de maduración, se vuelven hongos portobello, bastante preciados dentro de la gastronomía. Son alimentos que se pueden incluir en el contexto de una dieta regular, ya que cuentan con nutrientes esenciales en su interior y con antioxidantes de buena calidad.

Antes de comenzar, es clave destacar que se debe asegurar la presencia de los vegetales en la pauta de manera frecuente. Cubrir los requerimientos de micronutrientes será fundamental para lograr optimizar los procesos fisiológicos que tienen lugar en el medio interno.

Además, los antioxidantes se consideran importantes de cara a mantener el equilibrio oxidativo e inflamatorio, lo que ayudará a prevenir el desarrollo de muchas patologías crónicas.

El sabor de los hongos cremini es fundamentalmente umami, mucho más intenso que el de los champiñones comunes. Además, concentran menos agua en su interior, lo que hace que las características organolépticas se vuelvan más marcadas.

La textura, por su parte, será carnosa, lo que los convierte en ideales para incluir en diferentes tipos de preparaciones culinarias. Funcionan bien en salteados, en revueltos e, incluso, en ensaladas.

Ahora bien, conviene limpiarlos correctamente antes de su consumo. A menudo pueden presentar en la superficie restos de arena o impurezas que es bueno retirar. Con pasarles un paño húmedo por encima será suficiente. Si se colocan debajo del chorro del grifo, podrían verse dañadas las características organolépticas de dichos alimentos.

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Cada 100 gramos de hongos cremini aportan unas 94 calorías. Por este motivo, son ideales para incluir en el contexto de una dieta hipocalórica con objetivo de pérdida de peso. En su mayoría, están conformados por agua, lo que provocará un importante efecto saciante.

Dentro de los macronutrientes, sobresalen los carbohidratos por encima del resto, con 4 gramos por cada 100. Ahora bien, la concentración proteica también es destacable, al aportar un total de 3 gramos.

Las proteínas presentes en estos alimentos son de bajo calor biológico. No cuentan con todos los aminoácidos en su interior y no presentan una puntuación elevada en cuanto a digestibilidad.

Por este motivo, no sirven para satisfacer completamente los requerimientos diarios, sino que más bien suponen un complemento. Ten en cuenta que se deben aportar al menos 0,8 gramos de proteína por kilo de peso en personas sedentarias, según un estudio publicado en Annals of Nutrition & Metabolism.

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El consumo regular de hongos cremini puede aportar una serie de beneficios para la salud. En primer lugar, estos alimentos cuentan en su interior con fitoquímicos con capacidad antioxidante.

Dichos compuestos neutralizan la formación de los radicales libres y su posterior acumulación en los tejidos del organismo. Este efecto puede prevenir el desarrollo de muchas patologías complejas, tal y como afirma una investigación publicada en European Journal of Medicinal Chemistry.

Por otra parte, la presencia de fibra en el interior de estos comestibles consigue aumentar la sensación de saciedad. Así lo afirma un estudio publicado en la revista Nutrition Reviews. De esta manera, se experimentará una menor ansiedad por la comida, lo que permitirá que las pautas hipocalóricas sean mucho más viables al contribuir a la adherencia, clave para lograr el éxito a medio plazo.

También, hay que destacar que una parte de la fibra fermenta en el interior del tubo, sirviendo de sustrato energético para las bacterias que aquí habitan. Gracias a ello, se mejora la densidad de los microorganismos y se previenen procesos de disbiosis que pueden condicionar negativamente la digestión y el funcionamiento del intestino. Ahora bien, para complementar este efecto es bueno que se asegure la presencia de alimentos con probióticos en la pauta, como es el caso de los lácteos fermentados.

Como has podido comprobar, los hongos cremini cuentan con una alta calidad y pueden ser incluidos en la dieta de manera regular. Ayudarán a cubrir los requerimientos diarios de fibra y conseguirán aportar buenas características organolépticas a muchas preparaciones, lo que se considera esencial para lograr generar adherencia a la pauta dietética. Al fin y al cabo, la variedad es uno de los puntos clave de la dieta saludable.

Por último, es importante hacer especial hincapié en la necesidad de asegurar la presencia de alimentos de origen vegetal en la pauta. Al menos 5 raciones de frutas y verduras han de consumirse de manera diaria para conseguir satisfacer las necesidades en cuanto a micronutrientes y para lograr aportar suficientes antioxidantes. Si existese un déficit de estos últimos, podrían experimentarse alteraciones fisiológicas complejas, como la disfunción mitocondrial.

La merluza rellena de gambas y setas no es un plato de gala, sino que es una receta deliciosa que se puede preparar para comer a menudo.

Escrito y verificado por el nutricionista Saúl Sánchez Arias.

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