El importante papel que juega la dieta en la prevención del cáncer está muy estudiado. Los especialistas insisten en la importancia de alimentarse correctamente para prevenir algunos tipos de tumores.
Una dieta contra el cáncer debe ser, básicamente, nutritiva, antioxidante y antiinflamatoria, dicen los médicos. Y, en este sentido, la dieta mediterránea está muy valorada por su gran aporte de Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE), entre otros alimentos saludables.
Como regla general, para prevenir el cáncer, se deben alcanzar las 5 raciones diarias de frutas y verduras. También hay que incluir en el menú legumbres, cereales integrales y frutos secos.
Aunque es muy importante consumir productos del mundo vegetal, no debemos dejar a un lado las carnes y pescados.
Porque las proteínas de origen animal son importantes. Eso sí, siempre debe primar la carne blanca y el pescado azul.
Pero, además de estas recomendaciones generales de los expertos, hay algunos productos concretos a tener en cuenta. Algunos de los mejores alimentos para prevenir el cáncer los enumeramos a continuación:
Este tipo de verduras y hortalizas son ricas en vitaminas, betacarotenos, ácido fólico, calcio, hierro, zinc, potasio, azufre, selenio, silicio… Pero, además, nos aportan compuestos fitoquímicos entre los que destacan los flavonoides. Éstas y otras sustancias que contienen estimulan la producción de enzimas que bloquean el daño de los agentes cancerígenos.
Las más destacadas son espinacas y acelgas, pero hay muchas más. Grelos, kale, apio, berro, borraja, alcachofa, espárrago son muy recomendadas contra el cáncer.
El motivo es que todas ellas deben su color verde a la clorofila. Esta sustancia nos protege frente a posibles tumores.
Frutas y hortalizas como el pimiento rojo, tomate, remolacha, zanahorias, calabaza, boniato, etc. deben ser ingrediente diario de nuestro menú.
Se trata de vegetales ricos en carotenoides. El principal es el licopeno, encargado de otorgar el color rojizo a estos productos. Se trata de un compuesto con un poder anticancerígeno único. Es mucho más potente que el betacaroteno, que también es un buen aliado contra los tumores.
Las cerezas, fresas, uvas tintas, frambuesas y moras nos ayudan por el mismo motivo que el grupo anterior. Son frutas ricas en betacarotenos y polifenoles, antioxidantes que nos protegen frente al deterioro de las células.
A ellas se suman también la granada, la grosella, el albaricoque, el melocotón, la ciruela roja, la sandía, la papaya… Así que tienes muchas opciones para tomar postres ricos, variados y muy saludables.
Y, si quieres más opciones de fruta contra el cáncer, añade los cítricos. Las naranjas, mandarinas, pomelos, limones, kiwis y piñas también nos aportan antioxidantes. Además, son ricos en vitamina C, lo que aumenta sus cualidades beneficiosas para nuestra salud.
Eso sí, ten en cuenta que, si los tomas en zumo, se pierde la fibra que contienen. Pero el resto de propiedades beneficiosas se mantienen intactas.
Los hongos son las plantas con mayor número de propiedades medicinales. Destacan por ser inmunomoduladores, antiinflamatorios y antitumorales. Así que no dejes de comer champiñones, kawaratake, maitake y shiitake si quieres mantener a raya el cáncer.
Estos bulbos tan populares en la cocina son anticancerígenos y antiinflamatorios. Pero también antisépticos, diuréticos, desinfectantes y antihipertensivos, entre otras muchas propiedades.
Lo ideal es consumir todos los días dos o tres dientes de ajo y media cebolla. Preferiblemente, el ajo crudo, aunque sea poco apetecible. Recuerda que siempre puedes combatir el mal aliento masticando hojas frescas.
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